Terapias para inmigrantes.
La terapia para personas inmigrantes ofrece un acompañamiento emocional para la adaptación a la nueva cultura y hacer menos doloroso el duelo migratorio.
La inmigración es una de las experiencias más estresantes y ensordecedoras que puedes vivir si te ha tocado salir de tu país de origen.
Cuando decidiste mudarte a otro país, rompiste con todo aquella que antes te arraigaba a tu país; tu casa y cada de sus espacios, familiares, vecinos, las calles por dónde que caminabas, tu trabajo, tu coche, tu ropa, la comida, el acento al hablar, las pautas de socialización de tu gente y muchas cosas más que seguro tu mente evoca con frecuencia.
Si bien es cierto que a lo mejor la razón y circunstancia que te salir de tu país es distinta a la de otro inmigrante, este proceso siempre genera movimientos emocionales internos que exigen un replanteamiento – obligatorio – de diversas partes del ser, por más que creamos que estamos preparados para “lo que sea”.
Por ello, la inmigración te está haciendo vivir duelos nuevos y despertando algunos pasados que creías solucionados. Igualmente sucede con tus gustos, tus valores, la forma de relacionarte…todo puede cambiar y hacer que no te reconozcas a ti mismo en estos momentos, te haga percibir que no eres “ni de aquí ni de allá” y esto te genere una fuerte carga de ansiedad, estrés, llanto sin razón aparente, cambios frecuentes en el estado de ánimo, el inicio o afianzamiento de adicciones, entre miles de síntomas más que dependerán de la situación de cada persona.
La inmigración nos lleva por una crisis de identidad tan profunda que a veces es difícil de sobrellevar sin ayuda profesional y es normal.
Este tipo de terapia intenta acompañar las fases de los duelos que se viven o se reviven, identificar las fuentes que generan malestar emocional, brindar estrategias para sobrellevar de mejor manera posible el proceso de adaptación a la nueva cultura y a cerrar ciclos de la vida pasada, de manera que la inmigración sea una experiencia que te expanda como persona.
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Preguntas frecuentes de mis pacientes
¿Cuál es la duración de una sesión de psicología?
En casos de atención individual, tiene una duración aproximada de 45 min. – 60 min., cuando se trata de parejas tiene una duración aproximada de 90 min. La primera sesión puede durar un poco más, todo dependerá de tu motivo de consulta.
¿Puedo hacer terapia online acompañada/o?
Exceptuando los casos de atención a parejas y algunos momentos en la atención a adolescentes, el espacio psicoterapéutico es solo tuyo, no podrás tener a una persona al lado, salvo que tengas alguna dificultad que impida sustancialmente llevar a cabo la sesión. La presencia de otro implica una distorsión de la relación terapéutica y por tanto de la indagación, identificación y solución del problema.
¿Psicólogo o psiquiatra? ¿Cuál es la diferencia?
El psiquiatra es un profesional que estudió Medicina y se especializó en Psiquiatra, con el fin de tratar los trastornos mentales a través de fármacos, para de esa forma regular en el organismo los mecanismos necesarios para que un paciente, con alteración moderada o severa de sus funciones cotidianas, pueda mejorar su condición. El psicólogo clínico, estudió la carrera de Psicología y se especializó en Psicología Clínica para ayudar al paciente a mejorar su adecuación a los retos cotidianos que la vida demanda, a través de la escucha profesional y la consecuente identificación de patrones de su personalidad que no le permiten tener bienestar. Generalmente, se acompaña la farmacoterapia recetada por el psiquiatra de psicoterapia, a fin de procurar una atención y cuidado integral al paciente.
¿Es igual una sesión on-line que presencial?
Si bien son modalidades distintas, se ha comprobado a través de serios estudios que no existen diferencias significativas entre una modalidad y otra, de hecho, la modalidad on-line te permite expresarte con menos resistencias porque no tienes la presencia del otro en un campo real. Además, la modalidad on-line es menos costosa, te permite escoger el lugar dónde quieres hacer la terapia, no tienes que desplazarte a ningún lugar, salvo que tu escojas otro lugar para establecer la conexión y la misma se establece por medios que son totalmente cotidianos para ti, como el smartphone, las aplicaciones de Whatsapp, Telegram, Skype o cualquier otra que manejes con total libertad en tu día a día.
¿Por qué ir al psicólogo si no estoy “loco/a”?
Las personas asisten al psicólogo porque día a día es difícil de sobrellevar, porque hay situaciones en la vida que sin duda son muy fuertes para ser llevadas sin compañía profesional o porque simplemente valoran la necesidad de que sus preocupaciones sean escuchadas por un oído experto. Ir al psicólogo no significa que tengas algún trastorno mental, de hecho, son pocos los pacientes que tengo que tienen un diagnóstico de esa naturaleza, sin embargo existen y generalmente complementan la farmacoterapia recetada por el psiquiatra con sesiones psicoterapéuticas.
¿Cuántas sesiones necesito para sentirme bien?
Generalmente se siente un gran alivio después de cada sesión. En relación con el número de sesiones, esto dependerá del problema que tengas y del tiempo que te lleve resolverlo, los tiempos los pones tú de acuerdo al ritmo de tu evolución y el que tu psique pueda soportar.
¿Cuál es la frecuencia de las sesiones?
Idealmente deberían ser una vez por semana, pero a veces se establece una frecuencia de una vez cada dos semanas dependiendo de la situación.
Me siento mal pero yo no quiero ir al psicólogo.
Asistir a psicoterapia debe ser una decisión tomada por el paciente, incluso si es adolescente, ya que aunque en estos casos casi siempre los padres o maestros son los que lo sugieren, el paciente debe aceptar asistir. Si nunca has ido al psicólogo, te recomiendo que pruebes con una primera sesión, le hagas todas las preguntas que desees y que, sobre todo, no sientas el compromiso de continuar si no lo deseas. De igual forma sucede con las parejas, es ideal que ambas partes quieran hacer psicoterapia, en caso de no ser así, lo que generalmente hago es atender a la parte que está interesada y tratarle de forma individual, solo que ya no estaríamos ante el escenario de una terapia de pareja.
¿Puedo suspender la terapia cuando desee?
Si, el espacio psicoterapéutico se puede abandonar cuando el paciente lo desee.
¿Cómo puedo conectarme a terapia?
Puedes utilizar, cualquiera de los últimos métodos tecnológicos que existen para la conexión: Videollamadas de WhastApp, Google Hangout y Skype (estos dos últimos recomendados para terapias de pareja)